Daniel Lewis, fue sentenciado y ejecutado por el asesinato de tres miembros de una familia de Arkansas. Además, fue acusado de violar a trescientos menores. Por si fuera poco, el convicto era uno de los mayores asesinos de Estados Unidos.
El pedófilo francés fue liquidado por inyección letal en la cámara de ejecuciones del Departamento de Justicia de Estado Unidos en Terre Haute, Indiana. Asimismo, algunos testigos presentes afirmaron que las últimas palabras del sentenciado fueron: “He cometido muchos errores en mi vida, pero no soy un asesino”, a lo que agregó: “Están matando a un hombre inocente”.
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